Naciones Unidas, 20 de septiembre (EFE) .- El clima pre-bélico actual entre Venezuela y los Estados Unidos, intensificado después de que la administración de Donald Trump ordenó atacar ya tres veces a los barcos presuntamente dedicados al tráfico de drogas en las aguas del Caribe, no parece aparecer entre los temas prioritarios en la semana de nivel alto de la Una, que comienza el próximo lunes.
La Secretaría General no lo ha colocado entre las crisis más apremiantes del momento y eso ocupará un papel central en la gran cumbre de la diplomacia internacional, como lo ha hecho con Gaza, Ucrania o Sudán, a pesar del hecho de que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ya solicitado explícitamente a fines de agosto a António, una mínima gemera de apoyo.
Maduro luego envió una carta al Secretario General de la ONU en la que solicitó un «público) activo de respeto por la soberanía y la integridad territorial del país caribeño, así como los valores fundamentales de las Naciones Unidas antes de la» escalada de agresiones «iniciadas por Washington.
Una breve reunión con Guterres
El embajador de Venezuela en la ONU, Samuel Moncada, se reunió con Gutterres para transferir su visión de la crisis internacional en el Caribe que el diplomático venezolano definió brevemente como «bueno».
Más allá de esa reunión, Guterres no recogió el guante en ese momento, cuando Estados Unidos ya se había desplegado en aguas jurisdiccionales venezolanas para presuntamente combatir el tráfico internacional de narcóticos vinculados, según ellos, aunque sin contribuir con las pruebas, al chavismo, ni lo ha hecho más tarde.
Y que el 2 de septiembre, Estados Unidos estaba un paso más allá y atacó un barco venezolano que, según lo aseguran, pertenecían al póster de los Suns; Una organización criminal que, también según el Departamento de Estado, está vinculada a altos funcionarios de las fuerzas armadas de Venezuela y asociada con el tren Aragua.
Donald Trump ya ha cifrado en tres el número de embarcaciones hundidas de Venezuela, el primer ataque fue el más grave, ya que resultó en 11 muertos, según Washington, y ambos países están en su momento de la mayor crisis en la historia reciente.
El Consejo de Seguridad no mueve el archivo
Tampoco el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha movido récord hasta ahora, sin siquiera organizar ninguna sesión temática para tratar los crecientes eventos de tensión que se están viviendo en el Caribe venezolano de la ofensiva de los Estados Unidos.
Además, antes de una pregunta específica para Gutterres sobre este «conflicto», el político portugués acaba de responder ayer que carecía de información independiente sobre el ataque a los buques, pero, en cualquier caso, pide que siempre se respeta la legalidad internacional.
La falta de profusión en el enfoque del problema por parte de la Secretaría General ha causado que la sede de las Naciones Unidas para las Naciones Unidas ni siquiera cuestione a Guterres por su posición.
El gobierno venezolano anunció en las últimas horas que presentó una queja ante la Organización de las Naciones Unidas para Alimentos y Agricultura (FAO) por lo que describió como la «intercepción ilegal» de un barco pesquero en su país por la Marina de los Estados Unidos.
Mientras tanto, Trump, cuya administración ofrece hasta 50 millones de dólares por información confidencial para la captura de Maduro, a quien acusa de liderar el póster de Los Soles, ha negado haber tenido conversaciones con su gobierno para planificar un «cambio de régimen» en Caracas.
Venezuela se presentará en la semana de alto nivel después de haber firmado hoy un tratado de asociación estratégica con Rusia, pero sin el apoyo internacional que esperaba antes de que recibiera la agresión.
Efe preguntó a la delegación venezolana en las Naciones Unidas que será la persona que liderará la expedición de Caracas en la semana de alto nivel sin obtener una respuesta hasta ahora. En los últimos años, la persona designada ha sido el canciller Yván Gil. Efusión
