La Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) dejó intacta la pena de 30 años de prisión impuesta a un funcionario del Cicpc, acusado de participar en el asesinato perpetrado contra Nazareth Marín (27).
Tal decisión está contenida en la sentencia 611 redactada por la jueza Elsa Gómez y avalada por sus compañeros de la Sala Penal, Carmen Marisela Castro y Maikel Moreno.
Los hechos comenzaron el 19 de marzo de 2023, cuando Nazareth Marín acudió a la playa de Los Ángeles (La Guaira), por invitación del detective del Cicpc Keisler Josué Pérez. Viajaban en un vehículo Toyota Corolla propiedad de Derwin Jesús Ruíz Mujica, en donde también viajaba Miller Andreína Ochoa. Marín se desempeñaba en el área administrativa del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf).
A las 8 de la noche de ese día, cuando ya habían compartido tragos y la droga llamada tusy, Nazareth fue atacada por Derwin Ruíz, el detective Keisler Pérez y Kenny Díaz, quienes la llevaron al auto donde abusaron sexualmente de ella y la asesinaron por estrangulamiento, dice la sentencia. Mientras tanto, la molinera Andreína Ochoa crea la versión de que Nazareth se perdió en la playa y lo grita frente a los bañistas.
Luego, se dirigieron a la taberna Charro Azul ubicada en Catia. “Decidieron seguir celebrando la desaparición y muerte de Nazaret así como la violencia sexual que colectivamente habían practicado contra su víctima”, indica el Ministerio Público.
Al ver que la madre de Nazareth reportó la desaparición de su hija, Keisler, Kenny y Ochoa regresaron a la playa de Los Ángeles el jueves 23 de marzo de 2023 y liberaron el cuerpo allí, ubicado por la tarde en inmediaciones de Bolivariana de Puertos, puerto de La Guaira.
Por estos hechos fueron procesados el detective Keisler Josué Pérez Martínez y Juan Alexander Ventura, jefe de la división de homicidios del Cicpc-La Guaira. Este último ocultó “diligencias y pericias que involucran a los autores materiales del crimen”, por lo que fue condenado a 9 años y 6 meses de prisión, según sentencia emitida el 29 de febrero de 2024 por el Juzgado 5° de Sentencia de Caracas en Materia de Violencia contra la Mujer.
Ese mismo tribunal condenó al detective Keisler a 30 años de prisión, como autor del feminicidio agravado. La pena máxima también recayó sobre Miller Andreína Ochoa, por ser cómplice necesaria del crimen.
Estas sentencias fueron ratificadas por la Sala Penal el 17 de octubre.







