El candidato presidencial Mauricio Lizcano rechazó fuertemente las amenazas contra su padre, el ex representante Óscar Tulio Lizcano.
«Acabamos de recibir un sufragio (de flores) en la sede de mi campaña presidencial en Manizales, junto con una amenaza contra la vida de mi padre, que fue víctima del secuestro. Rechricé profundamente este acto cobarde», dijo Lizcano a través de su cuenta X.
El candidato presidencial dijo que este desafortunado hecho lo golpea no solo para él, sino también para su familia, y genera miedo por su integridad física y la de su núcleo cercano. Pidió a las autoridades que avanzaran las investigaciones relevantes y les garantizaran seguridad.
«No es posible que la confrontación política se haya degradado en este nivel y que hoy no nos preocupa las propuestas o los actos de campaña, sino por pensar que, al hacer campaña, nosotros o nuestras familias podemos ser el blanco de las violentas», dijo Lizcano.
También pidió el sentido de todos los actores de la campaña para bajar los espíritus y hacer un frente común que frente a la violencia, que ya reclamaba la vida del candidato Miguel Uribe. Aseguró que el debate debe ocurrir en cuadrados públicos y escenarios democráticos, y no generar miedo y ansiedad por acciones violentas.
Para Lizcano, estas amenazas recuerdan los momentos difíciles que sufrió después del secuestro de su padre, que estuvo en manos del FARC durante ocho años y que, según él, no merece continuar sufriendo los horrores de la guerra.
«Estamos preocupados por la situación. Hemos visto que estas amenazas se cumplen. Estamos llevando al país a un acantilado, al abismo de la violencia y la muerte, simplemente porque lo violento quiere que la campaña se teñiera con sangre y miedo», dijo Lizcano.





