De Cucunubá a Unicentro: la historia del hombre que cambió la forma de comprar y vivir en Colombia. Un visionario que construyó ciudades dentro de la ciudad Quien hoy camina por los pasillos de cualquier Unicentro del país, andino o incluso santafesino, ignora que detrás de ellos estaba el mismo hombre. Pedro Gómez, conocido como el ‘papá de los centros comerciales’, transformó por completo Bogotá y el país con su forma de ver las ciudades. Pero su camino no fue fácil y enfrentó múltiples dificultades hasta el final. Nació en 1929 en Cucunubá, un pequeño pueblo de Cundinamarca donde el frío y el silencio le enseñaron a tener paciencia. Allí, entre el olor a carbón y la montaña, creció Pedro Gómez Barrero, el hombre que luego transformaría la forma en que los colombianos entendían la vida urbana. Llegó a Bogotá siendo apenas un joven con ambición y disciplina. Estudió Derecho en la Universidad del Rosario, mientras trabajaba de noche como guardia de seguridad para pagar sus estudios. Este doble esfuerzo lo marcó: aprendió que el trabajo constante era la única manera de construir algo duradero. Su paso por el servicio público, como juez civil y luego como director del Departamento de Valorización de Bogotá, le permitió mirar la ciudad con otros ojos. Entendió que el crecimiento urbano debía planificarse, no improvisarse, y que el desarrollo era también una forma de bienestar colectivo. La idea de Pedro Gónez que inició el nacimiento de una nueva ciudad En los años setenta, cuando la capital apenas comenzaba a expandirse hacia el norte, Pedro Gómez tuvo una idea que sonaba audaz: construir un gran centro comercial al estilo de los malls norteamericanos, un espacio donde poder comprar, comer, reunirse y pasar el tiempo. En 1976 se inauguró el Unicentro Bogotá y con ello cambió el mapa de la ciudad. Fondo Fotográfico Hernán Díaz, Archivo de Bogotá, Secretaría General. Lo que muchos vieron como un riesgo, construir un gigantesco complejo en una zona todavía semirrural, se convirtió en un hito urbano. A su alrededor nacieron barrios, vías y parques. Unicentro no sólo revolucionó el comercio, sino que redefinió el concepto de comunidad. |Quizás te interese ¿Quiénes son los dueños del centro comercial más poderoso de Colombia, es uno de los más antiguos? Luego vinieron otras obras que consolidaron su visión de “ciudades dentro de la ciudad”: Unicentro Cali, Medellín, Cúcuta, Villavicencio, Tunja, Yopal, Armenia y Neiva, además de los centros comerciales Santafé Bogotá y Santafé Medellín, que elevaron el concepto a un nuevo nivel de escala y experiencia. También participó en la restauración y revitalización del edificio Casa Medina, una joya arquitectónica de la década de 1940, donde contribuyó a la recuperación patrimonial de Bogotá y su integración con los usos modernos. Su huella se extendió a áreas emblemáticas como la Calle 82 y la Zona T, a las que ayudó a consolidarse como centros comerciales y de vida urbana contemporánea. Paralelamente, su empresa desarrolló proyectos de vivienda y urbanismo que buscaban integrar comercio y comunidad: Niza Antigua, La Floresta, Cedritos y Ciudad Salitre en Bogotá, así como desarrollos mixtos como Multicentro Palmira y Unicentro Yopal, donde vivienda, parques y servicios convivían bajo una misma planificación. Para Gómez, una ciudad tenía que ser más que un lugar para vivir: tenía que ser un espacio para convivir. “Las ciudades se construyen con ladrillos, pero también con sueños”, afirmó. Caída, reinvención y legado social A finales de los noventa, la recesión golpeó duramente al sector inmobiliario. Su empresa, que había liderado el auge de la construcción, enfrentó deudas y la pérdida de varios proyectos. Ese fue su momento más difícil. Pero Pedro Gómez no supo rendirse. Reestructuró su empresa, renegoció compromisos y empezó de nuevo desde cero. Su resiliencia fue tal que muchos lo llamaron “el fénix de la construcción colombiana”. Esa crisis también lo llevó a mirar más allá del cemento. En 1980 fundó la Fundación Compartir, desde la cual impulsó programas de vivienda, educación y liderazgo social. Los proyectos Share Suba y Share Soacha brindaron vivienda digna a miles de familias, mientras que el Premio Share Teacher se convirtió en el reconocimiento más importante para los educadores del país. Su mirada humanista trascendió el ámbito empresarial. En 1987 fue Embajador Plenipotenciario de Colombia en Venezuela, promoviendo el diálogo en medio de tensiones bilaterales. Creía que construir también significaba construir puentes, no sólo construir muros. Pedro Gómez, el arquitecto del cambio Pedro Gómez Barrero falleció en febrero de 2023, a los 94 años. Con él se fue un hombre que convirtió el urbanismo en un arte y la construcción en un acto de fe. Asimismo, finalizó su empresa, que inició un proceso de liquidación judicial en 2021. Su legado sigue siendo visible: más de una veintena de centros comerciales, numerosos proyectos residenciales y una fundación que sigue activa. Pero, sobre todo, una lección: que el progreso urbano debe ir de la mano del progreso humano. Pedro Gómez no sólo construyó estructuras; construyó una forma de vida. Y cada vez que los colombianos caminan por los pasillos de Unicentro, Santafé o cualquiera de sus obras, repiten, sin saberlo, el gesto de un hombre que soñó con darle alma al concreto. Ver también:





