El Papa celebró el acuerdo sobre el inicio del proceso de paz en Gaza e instó a que se respeten «las aspiraciones legítimas de los pueblos israelí y palestino», en un llamamiento al final del rezo del Ángelus de este domingo en la plaza de San Pedro.
El Papa León XIV celebró el acuerdo sobre el inicio del proceso de paz en Gaza e instó a que se respeten “las aspiraciones legítimas de los pueblos israelí y palestino”, en un llamamiento al final de la oración del el ángelus de este domingo en la Plaza de San Pedro.
El pontífice estadounidense y peruano afirmó que el acuerdo “ha dado un rayo de esperanza a Tierra Santa” y animó “a las partes implicadas a continuar con valentía el camino trazado hacia una paz justa, duradera y respetuosa”. con las aspiraciones legítimas del pueblo israelí y del pueblo palestino”.
Dos años de conflicto han dejado muerte y escombros por todas partes, especialmente en los corazones de quienes han perdido brutalmente a niños, padres y amigos. Para todos, la Iglesia está cerca de su inmenso dolor. Hoy, especialmente a vosotros, se dirige la caricia del Señor. La certeza de que incluso en la oscuridad más oscura, él siempre está con nosotros”, añadió el pontífice.
Y prosiguió: “Dios, única paz de la humanidad, te pedimos que sanes todas las heridas y nos ayudes con tu gracia a alcanzar lo que ahora parece humanamente imposible, y a redescubrir que el otro no es un enemigo, sino un hermano al que podemos mirar, perdonar y ofrecer la esperanza de la reconciliación”.
Sobre Ucrania
El Papa también expresó que continúa con dolor “los nuevos ataques violentos que han afectado a varias ciudades e instalaciones civiles en Ucrania, provocando la muerte de personas inocentes, incluidos niños, y dejando a muchas familias sin electricidad ni calefacción”.
«Mi corazón está con el sufrimiento de la población que ha vivido en angustia y privaciones durante años. Renuevo mi llamado a poner fin a la violencia, a afirmar la destrucción y a abrirnos al diálogo y a la paz», añadió el pontífice.
León XIV hizo estos llamamientos al finalizar la misa que celebró en la plaza de San Pedro ante miles de personas con motivo del Jubileo de la Espiritualidad Mariana.
En su homilía afirmó que “el mundo tiene sed de paz y justicia”. y que necesita “mantener viva la espiritualidad cristiana, sin desdeñar la devoción popular a lugares y acontecimientos que han cambiado para siempre la faz de la tierra”.
