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Redacción de ciencia, 26 de febrero (Efe) .- Al final de su vida, cuando agotan su energía, estrellas como el sol se vuelven enanos blancos, estrellas muy pequeñas y calientes que están apagadas y enfriadas y enfriadas y pueden devorar los planetas y asteroides de su sistema planetario.
Un equipo internacional de astrónomo ha encontrado, por primera vez, la prueba de este proceso: una ‘cicatriz’ en la superficie de un enano blanco.
Los detalles de la investigación, realizados con el Telescopio VRY grande (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO), en Chile, se han publicado el lunes en la revista Astrophysical Letters.
Hasta ahora se sabía que algunos enanos blancos canibalizan partes de sus sistemas planetarios cuando mueren.
"Ahora hemos descubierto que el campo magnético de la estrella juega un papel clave en este proceso, dejando una cicatriz en la superficie del enano blanco."Explica Stefano Bagnulo, del Observatorio y Planetario de Armagh, en Irlanda del Norte (Reino Unido) y el principal autor del estudio.
La cicatriz es una concentración de metal que ha permanecido en la superficie del enano blanco WD 0816-310, el remanente de una estrella similar al sol y un poco más grande que nuestra estrella.
"Hemos demostrado que estos metales se originan en un fragmento planetario tan grande o posiblemente más grande que Vesta, que tiene aproximadamente 500 kilómetros de diámetro y es el segundo asteroide más grande en el sistema solar"dice Jay Farihi, del University College of London y co -autor del estudio.
Las observaciones ayudaron a comprender cómo se formó la cicatriz en la estrella.
El equipo descubrió que la fuerza en la señal que detectó los metales cambió a medida que la estrella giraba, lo que sugiere que los metales, en lugar de extenderse uniformemente, se concentran en un área específica de la superficie del enano blanco.
También descubrieron que estos cambios se sincronizaron con cambios en el campo magnético del enano blanco, lo que indica que esta cicatriz de metal se encuentra en uno de sus postes magnéticos.
Juntas, estas pistas indican que el campo magnético canalizó los metales hacia la estrella, creando la cicatriz, concluye el estudio.
"Sorprendentemente, el material no se mezcló uniformemente en la superficie de la estrella, como lo predijo la teoría. Por el contrario, esta cicatriz es como un parche concentrado de material planetario que se ha mantenido en ese lugar debido al efecto del mismo campo magnético que guió la caída de los fragmentos hacia la superficie"dice el co -autor John Landstreet, de la Western Ontario University (Canadá).
"Nunca había visto algo como esto"Sostiene la calle de la tierra.
Para llegar a estas conclusiones, el equipo utilizó un instrumento multifunción instalado en el VLT llamado FORS2, lo que les permitió detectar la cicatriz de metal y hacer la conexión con el campo magnético de la estrella.
Este estudio también muestra cómo los sistemas planetarios pueden permanecer dinámicamente activos, incluso después de su ‘muerte’.
Por: Efusión