En los pantanos del norte del departamento, miles de peces vuelven a poblar las aguas gracias a Aqua Bolívar, que busca rescatar el uso del agua para el sustento. Los pantanos de Bolívar, que durante años fueron símbolo de vida y sustento, comenzaron a resucitar. En municipios como Arjona, Mahates, Soplaviento y Calamar, el brillo del agua volvió a reflejar movimiento, miles de pequeños peces, alevines de bocachico, bagres y moncholos, nadan nuevamente en los cuerpos de agua donde hacía mucho tiempo no se veía movimiento. Es resultado de Aqua Bolívar, la estrategia ambiental impulsada por el gobernador Yamil Arana, que busca rescatar la pesca artesanal y proteger los ecosistemas acuáticos del departamento. | Lea también: El renacer del Coliseo Rocky Valdez: la apuesta de Yamil Arana para devolverle el brillo al deporte en Bolívar En la segunda fase del programa se sembraron 500 mil peces en Arjona y Mahates, y en octubre inició una nueva jornada que busca la liberación de dos millones de alevines en el norte del departamento, iniciando en Soplaviento y Calamar, a orillas del Canal del Dique. Esta gran siembra, liderada por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y la AUNAP, pretende beneficiar a miles de familias que dependen del agua para sobrevivir y que hoy enfrentan una crisis ambiental y económica sin precedentes. 🐟 Bolívar sigue sembrando vida en sus aguas. Hoy continuamos la repoblación de peces con la repoblación de 500.000 alevines en los cuerpos de agua de Mahates y Arjona. Una acción que promueve la pesca artesanal, la seguridad alimentaria y el desarrollo del campo.💪🌿 pic.twitter.com/UaJP7AtyD9— Gobierno de Bolívar (@GobDeBolivar) 8 de octubre de 2025 “Estamos sembrando vida en nuestros cuerpos de agua y futuro para nuestro pueblo”, dijo el gobernador Yamil Arana durante una jornada de repoblación en las localidades de Rocha y Puerto Badel. Una respuesta a la crisis de los pescadores El proyecto nació como una medida de emergencia contra la crítica contaminación de los cuerpos de agua del norte de Bolívar y los efectos del cambio climático, que han reducido drásticamente las especies nativas y dejado a cientos de familias sin un sustento. Durante las últimas dos décadas, los pantanos del Canal del Dique han sido receptores de vertidos industriales, residuos domésticos y residuos agrícolas. La acumulación de sedimentos y la hipersalinidad han alterado el ciclo reproductivo del bocachico, mientras que la disminución del oxígeno disuelto ha vuelto inhóspitas grandes zonas acuáticas. Como resultado, la captura artesanal cayó a mínimos históricos, arrastrando a muchas familias a la pobreza y la informalidad. En este contexto, Aqua Bolívar se convirtió en un movimiento social y ambiental que no sólo repobla los cuerpos de agua, sino que también promueve la pesca responsable y la educación ambiental. Las comunidades participan activamente en las jornadas de siembra, aprenden a utilizar mallas adecuadas y respetan los periodos de veda, época en la que está prohibida la pesca para permitir su reproducción y crecimiento. Cada día, niños y adultos celebran el regreso del pez como símbolo de esperanza y trabajo digno. “Este programa promueve la sostenibilidad ambiental y la reactivación económica del sector pesquero, fortaleciendo la productividad en los municipios costeros”, explicó Víctor Méndez Galvis, Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural. El Gobierno estima que, con las distintas fases del proyecto, se plantarán más de dos millones y medio de alevines en al menos ocho municipios. El objetivo es recuperar los principales pantanos del departamento, garantizar la seguridad alimentaria y reactivar la economía local a través de la producción pesquera sostenible. Los próximos meses serán claves para extender la estrategia a otras partes del territorio, incluidas zonas del Canal del Dique y la depresión Momposina, donde la pérdida de biodiversidad es crítica. Con Aqua Bolívar, el gobierno departamental busca consolidar a Bolívar como referente nacional en gestión sustentable y recuperación de la vida acuática, demostrando que la gestión ambiental también puede ser un motor de desarrollo y bienestar comunitario. | Quizás te interese:





