Las declaraciones de Petro sobre un barco bombardeado por EE.UU. con colombianos a bordo desatan tensión diplomática y pedidos de rectificación desde Washington. En estas latitudes (Nueva York) y en Europa no han pasado desapercibidas las declaraciones del presidente colombiano Gustavo Petro, quien aseguró públicamente que hay «indicios de que el último barco bombardeado era colombiano y tenía ciudadanos colombianos a bordo», en referencia a un reciente ataque de militares estadounidenses contra un barco. frente a las costas de Venezuela. Según Associated Press, la más tradicional de las viejas agencias occidentales que sigue al detalle las actividades del presidente colombiano, Petro hizo estas declaraciones a través de su cuenta en X, donde también escribió: “Se ha abierto un nuevo frente de guerra: el Caribe”. El presidente colombiano pidió a los familiares de posibles víctimas que se acercaran para facilitar su identificación. Sin embargo, los funcionarios estadounidenses rechazaron categóricamente la afirmación. Un portavoz de la Casa Blanca informó que las declaraciones del presidente Petro eran “infundadas y reprensibles” y lo instó a retractarse públicamente. En el mismo sentido, citó a un funcionario estadounidense que afirmó: “Estados Unidos espera que el presidente Petro se retracte públicamente de su infundada y reprobable declaración”, a fin de mantener un diálogo productivo. Hasta el momento, las autoridades estadounidenses no han confirmado públicamente las identidades ni nacionalidades de los muertos ni han difundido documentos que respalden la versión del presidente colombiano. Los medios estadounidenses han enmarcado la acusación de Petro en el contexto de una campaña militar más amplia en el Caribe. Según AP News, aunque el presidente colombiano sostiene que hay “señales” sobre la presencia de connacionales, no ha revelado cuáles son esas evidencias. Por su parte, Reuters ha señalado que el comunicado introduce una nueva dimensión nacional a una operación que hasta ahora había estado dirigida principalmente contra buques venezolanos. Pero no todos los medios de comunicación, como sugeriría este relato, se han sumado al coro de negaciones. Algunos de los más serios han consultado fuentes que, aún bajo el amparo del anonimato, sostienen que Petro tiene razón en su denuncia. Además, según periodistas de estos medios, se trata de fuentes que saben bien de lo que hablan porque ocupan cargos en los círculos de seguridad y defensa nacional de Estados Unidos. The Guardian, por ejemplo, cita a dos funcionarios estadounidenses (bajo anonimato) que supuestamente dijeron a ese medio y al New York Times que “ciudadanos colombianos estaban a bordo de al menos uno de los buques destruidos por Estados Unidos”. Es necesario aclarar que por ahora ningún medio ha verificado de manera independiente la presencia de ciudadanos colombianos en la embarcación atacada en aguas cercanas al mar jurisdiccional de Venezuela. Más allá de lo que podría ser el apoyo editorial de medios influyentes, las afirmaciones de Petro se basan en evidencia que no ha sido presentada públicamente. La situación podría cambiar si comparecen los familiares de las posibles víctimas colombianas, en cuyo caso el Estado colombiano podría activar recursos diplomáticos y legales para canalizar sus reclamos formales. Mientras tanto, Washington mantiene su posición de rechazo y exige una rectificación. La ausencia de información oficial sobre las víctimas ha generado tensiones diplomáticas entre Bogotá y Washington, así como cuestionamientos sobre la transparencia e implicaciones legales de la operación. La embajada de Colombia en Washington mantiene un silencio interpretado como cauteloso y por ahora los esfuerzos colombianos parecen centrados en obtener una mediación internacional -posiblemente de Turquía- para lograr un acuerdo que ponga fin al despliegue militar de Estados Unidos en aguas del Caribe. Lo llamativo es que, mientras esto sucede, Venezuela, que supuestamente es la principal afectada por el despliegue militar ordenado por el presidente Donald Trump, continúa anunciando preparativos para un enfrentamiento armado, de ser necesario. También te puede interesar:





