La Policía Metropolitana de Bogotá puso fin a la actividad delictiva de dos hombres que se dedicaban a robar como rompevidrios en la capital.
Esta peligrosa técnica consiste en romper los cristales de los coches estacionados, generalmente en zonas con poco flujo de personas, para sustraer objetos de valor que se encuentran en su interior.
El reciente golpe se produjo luego de un robo cometido contra un vehículo particular, del cual los delincuentes lograron sustraer computadoras y otros dispositivos tecnológicos avaluados en casi $12 millones de pesos.
El robo fue documentado por cámaras de seguridad que mostraron a uno de los implicados, vestido con una chaqueta azul, inspeccionando sigilosamente el interior del coche con una linterna antes de romper el cristal y huir con una maleta llena de pertenencias.
Gracias al oportuno llamado de la ciudadanía y la rápida reacción policial, la persecución comenzó casi de inmediato, pues sorprendieron a uno de los ladrones mientras huía a bordo de una camioneta.
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La persecución culminó cuando el vehículo quedó sin escapatoria en la carrera 7 y calle 50, en una zona muy transitada de la ciudad.
En el interior de la camioneta, los uniformados encontraron al ladrón responsable del hurto, acompañado de su cómplice.
Lo que más llamó la atención de las autoridades fue la adaptación del vehículo: el esbirro tiene discapacidad, y había modificado la camioneta según su situación, facilitando supuestamente las huidas rápidas tras cometer los robos en forma de rotura de cristales. En el interior del coche fueron recuperados los objetos tecnológicos que acababan de sustraer.
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