Después de tocar fondo en Nueva York y desear su propia muerte, regresó a Colombia, se curó con terapia y hoy brilla como actriz y cantante en la televisión nacional. Cuando Mariana Gómez apareció por primera vez en televisión ya cargaba con la sombra de la depresión. Su paso por la segunda temporada de La Voz fue breve, pero significativo: se unió al equipo del cantante Andrés Cepeda y alcanzó el octavo lugar en la clasificación. Sin embargo, para ella esa experiencia no cumplió con las expectativas que tenía como artista. «Siempre supe que había una esencia en mí, pero llegó un momento en que no supe encontrarla. Fue un punto de inflexión en mi vida, un momento en el que no estaba feliz conmigo misma», confesó en entrevista para Desnúdate con Eva. Ese fue el momento en que tocó fondo y decidió priorizar su salud mental, no quería vivir el resto de sus días sintiéndose insatisfecha. Te puede interesar: La famosa actriz barranquillera que fue captada con Béele luego de su video íntimo Sin embargo, el camino hacia su estabilidad no fue nada fácil. Para reencontrarse tuvo que recurrir a un tratamiento médico, ya que los pensamientos negativos e invasivos eran constantes. Incluso deseó su propia muerte. Su contexto tampoco ayudó, estaba sola en Nueva York, sin el apoyo que tanto necesitaba. Pero decidió alzar la voz, pedir ayuda y descubrió que, en su familia, esta enfermedad no era desconocida. Ya había miembros que lo padecían desde hacía muchos años. Ese conocimiento la hizo reducir sus juicios sobre sí misma. Poco a poco se fue convenciendo de que la depresión era un padecimiento como cualquier otro y luego de un largo tratamiento, regresó a su Colombia natal, país donde inició su camino espiritual, eje fundamental para su vida actual. Desde 2018 asiste sagradamente a su sesión de terapia todas las semanas y gracias a ello su autoestima ha mejorado notablemente. Los proyectos que ha realizado son cada vez mejores y más satisfactorios para ella, lo que le ha valido más de 11 apariciones en la televisión colombiana, incluso en papeles protagónicos como Loquito por ti, Arelys Henao: canto para no llorar y Chichipatos. Leer más: La modelo colombiana que por su limitación física trazó un camino de éxito como lo demuestra en la semana de la moda. Su más reciente proyecto se transmite en el mismo canal que dio la bienvenida a su carrera como actriz y participante de reality shows: Caracol Televisión. En The Influencer interpreta a Maritza, una creadora de contenidos con un trastorno del habla, que tras una traición en directo por parte de su pareja, lidia con las críticas en Internet y emprende una búsqueda para reconstruir su imagen. El sueño que dejó atrás A pesar de haber consolidado una exitosa carrera que la posiciona como una de las actrices más queridas del canal, interpretar a otros nunca fue el sueño de Mariana Gómez. En su adolescencia, la antioqueña de 33 años era conocida como la chica que cantaba, y fue precisamente esa habilidad vocal la que la llevó a su primer programa. Desde entonces, el canto ha sido una constante en su trayectoria artística, acompañándola en muchos de los proyectos en los que ha brillado. En La Reina del Flow 2, su talento vocal fue clave para ganarse el cariño del público. Su papel de Irma, una cantante urbana que también era compañera de Erick en la historia, le permitió conectarse auténticamente con los espectadores, quienes pronto reconocieron su versatilidad y carisma. Posteriormente, Arelys Henao: Canto para no llorar se convirtió en otra gran oportunidad para demostrar su multiplicidad artística. La novela, que alcanzó en varias ocasiones el primer lugar en el ranking de las series más vistas de Netflix a nivel global, no solo fue un éxito rotundo, sino también el proyecto que le valió su primer y hasta ahora único Premio India Catalina a la mejor actriz protagonista de una telenovela o serie, en 2023. Hoy, Mariana sigue celebrando sus logros profesionales, no sólo como actriz, sino también como cantante. Aunque ya no sueña con llenar estadios, su vínculo con la música permanece. Para ella, el verdadero éxito no se mide en fama o trofeos, sino en algo más íntimo: estar feliz y en paz con quien es.
