Era un lugar donde Simón Bolívar acampó en 1814 el área se convirtió en el eje industrial y residencial de Bogotá, hoy con 55 vecindarios distribuidos y 250 mil habitantes Puente Aranda es hoy un territorio de fábricas, los vecindarios de los trabajadores y las avenidas congestionadas, pero su origen está marcado por una historia que va hasta el siglo XVI, cuando la ciudad de los trabajadores fue el primer pasos. En medio de los humedales y las tierras fangosas que dominaron la sabana, la Hacienda Aranda, un punto clave en la consolidación de lo que luego sería una de las áreas industriales más importantes del país. El nombre de Puente Aranda tiene un origen muy preciso. A finales del siglo XVI, el Oidor Francisco AnunceAbay llegó a New Granada. En 1573, en las granjas de la Hacienda Aranda, propiedad de Don Juan de Aranda y también conocido como el «techo de los Jorges», ordenó construir un puente para cruzar los ríos Chinúa y San Agustín, este último hoy conocido como San Francisco. Ese puente pronto se convirtió en una necesidad. La intersección de lo que actualmente es Centennial Avenue (Calle 13) y Avenida de Las Américas fue estratégica: había colonos y viajeros a Honda, en Tolima, donde se conectaron con el río Magdalena, la gran arteria del río del país. El boom era tal que en 1768 el puente tuvo que ser reconstruido, esta vez con mayor altura, para evitar las constantes inundaciones del área. Con estas mejoras, se consolidó como un corredor de salida hacia el oeste y se crió un camelón que cruzó el humedal Aranda, facilitando la comunicación con Honda y Fontibón, que se convirtió en la entrada de bienes que provienen de la costa atlántica. Con el tiempo, ese camino cambió varias veces: primero fue el «camino de Honda», luego el «camino de Fontibón» y más tarde la «Avenida Encomienda». La historia de la hacienda también mantiene un episodio vinculado a la independencia. En 1814, el liberador Simón Bolívar y sus tropas acamparon en estas tierras en el oeste de Santa Fe, dejando una marca que todavía se recuerda en la tradición oral del sector. A lo largo de los siglos XIX y principios del XX, el lugar retuvo un carácter rural. Era común que las familias de Bogotá criaran granjas y granjas en el área, aprovechando la tierra ancha y fértil para cultivar trigo, cebada y maíz. El cambio definitivo se produjo en 1944, cuando Bogotá comenzó su expansión hacia el sur y el oeste. En lo que anteriormente eran la tierra de la Hacienda Aranda, se construyeron casas, rotondas y monumentos, como Cristóbal Colón. La ciudad comenzó a absorber ese territorio. En la década de 1970, la Sociedad Colombiana de Arquitectos promovió la construcción de nuevos puentes para conectar la calle 13 con la Avenida de Las Américas en la actual carrera 50. El antiguo puente Aranda fue demolido y reemplazado por dos estructuras modernas. Desde entonces, el cruce de carreteras se conoció como Puente Aranda y el sector definitivamente adoptó ese nombre. El desarrollo urbano trajo el boom comercial con él. En cuestión de años, el área estaba llena de plástico, textil, químico, metalurgia, tabaco, bebidas y industrias alimentarias. En 1968, Puente Aranda se consolidó como un corredor industrial y se convirtió en un motor económico de la capital. El crecimiento condujo a nuevas formas de organización. En 1963, la planificación del distrito estableció la primera zonificación y, en 1970, el uso de la tierra en el sector estaba oficialmente regulado. En 1972, con el Acuerdo 26, Bogotá se dividió en 16 áreas administrativas y Puente Aranda correspondió al número 16. Con la Constitución de 1991, la ciudad se convirtió en un distrito capital y se organizaron 20 localidades. Puente Aranda se convirtió en uno de ellos, con su propio alcalde y una clara vocación industrial y residencial. Hoy, Puente Aranda tiene una extensión de 1.731 hectáreas, de las cuales 48 son áreas protegidas. En sus 1.794 manzanas, áreas industriales y vecindarios residenciales coexisten: 700 de estas manzanas están ocupadas por fábricas y 800 por hogares. La población estimada supera los 258,000 habitantes, distribuidos en 55 vecindarios agrupados en cinco unidades de planificación zonal (UPZ). Pero el sector no se detiene. Como sucedió hace medio siglo, los puentes en la calle 13 con la Avenida de Las Américas serán demolidos. El 12 de octubre de 2025, una implosión dará paso a un ambicioso proyecto de expansión de la carretera: una nueva calle 13 con diez carriles, dos de ellos exclusivos para transmilenio y una rotonda de tres niveles que debería estar lista en 2030. Lo que fue un paso en un humedal y un lugar de descanso para Bolívar se convirtió en un motor de negocios y, ahora, en un epicentro de una nueva renovación urbana. Puente Aranda sigue siendo fiel a su origen: un territorio de iniciación, reunión y transformación.





