Como recurso de campaña, el candidato a la megáfono invitó a las fuerzas armadas a desobedecer al presidente, una broma que puede hacerse de megáfono en la mano, como lo hizo el presidente Gustavo Petro en Nueva York, el solicitante presidencial Vicky Dávila invitado a Sabaneta, Antioquia, las fuerzas armadas para desobedecer el jefe del estado. Como lo hizo el presidente en una plaza de Nueva York, llamando a las tropas estadounidenses para ignorar a su colega Donald Trump en relación con la Franja de Gaza, el candidato presidencial instó al Ejército a no cumplir con las órdenes de Petro con respecto a las operaciones conjuntas con Venezuela. Gustavo Petro con megáfono en la mano en Nueva York. Foto: Presidencia como un recurso de campaña, una parodia de esa naturaleza puede ser sorprendente u original, pero desde el punto de vista legal podría ser un procedimiento arriesgado, según abogados y analistas consultados por las 2 -orías. El discurso de la calle de Petro tuvo consecuencias: le costó la cancelación de su visa de entrada a los Estados Unidos, poco después de haber sido reservado en la lucha contra el tráfico de drogas. También podría haber expuesto la libertad del presidente colombiano, si no fuera por la jurisdicción que reconoce instrumentos como la Convención de Viena, ya que la legislación de los Estados Unidos tiene un concepto profundamente arraigado de la «conspiración». «Una candidata debe comprender que tiene un ascendente sobre la opinión que la obliga a ella, quizás más que a cualquier otro ciudadano, desarmar la palabra ya no usarla con llamadas que a la luz de la ley podría interpretarse como un intento de sedicionar», dice Sandra Madrid, una experta en derechos constitucionales y de procedimiento. Más allá de las parodias o el efecto de un discurso, que de hecho están protegidos por las reglas de libertad y democracia, una apelación a las fuerzas armadas a la insubordinación tendría una categoría diferente a la luz de la legislación. De hecho, la legislación colombiana contempla condenas de prisión para aquellos que incitan a la insubordinación. Santiago Pertuz, un politólogo de la Universidad Nueva Granada, observa que la práctica discursiva a veces es comparable a un campo minado. «Es un terreno que debe tener cuidado, especialmente en un país polarizado donde los llamados para descalcar el discurso se ha convertido en un saludo a la bandera, aunque hay discursos que condujeron a la violencia», dice el especialista. La periodista de Vicky Dávila / candidato presidencial de Vicky Dávila En su opinión, la candidata Dávila ya no tiene la investidura del periodista que es libre de comentar dentro de los límites del artículo 20 de la Constitución y no tiene una jurisdicción que la libere de la responsabilidad de sus palabras que podrían ser literalmente interpretadas por los auditorios que están dirigidos. En el concepto de analistas, sigue siendo una paradoja que las víctimas de violencia, como la familia del senador inmolado de Miguel Uribe Turbay, tengan que ir al Tribunal Interamericano de los Derechos Humanos para denunciar la existencia de un mensaje de odio en las esferas del Gobierno, mientras que los solicitantes presidenciales que compartieron en la teoría de que la posición estaría utilizando para el beneficio de sus proselizadores. La confrontación entre Petro y Dávila por esa causa generó una línea de comunicación agresiva que marcaba tendencias en las redes y prácticamente opacó las voces ciudadanas que reclamaban la compostura en una era previa a la elección marcada por la violencia. También puede estar interesado:





