https://staticprd.minuto30.com/wp-content/uploads/2025/09/2-venezuela.jpg
El equipo de fútbol venezolano se aferra a una luz inesperada y remota de Hope para obtener una cuota en el repugnante de la próxima Copa Mundial.
Esta posibilidad surge de un supuesto caso de dopaje que involucra a varios jugadores del equipo nacional de Bolivia, rival directo en la clasificación de los clasificatorios sudamericanos.
La situación se centra en el antecedente de los jugadores Ramiro Vaca y Boris Céspedes, entre otros posibles involucrados, y la sanción drástica que podría recaer en el equipo boliviano.
La sanción potencial de Bolivia está en manos de la FIFA, lo que debe determinar si los casos de dopaje registrados en los duelos de los clasificatorios contra Chile y Uruguay son lo suficientemente graves como para justificar la expulsión de la selección de la competencia.
El Vinotinto sigue de cerca la evolución del caso, consciente de que un castigo severo a Bolivia abriría una puerta dorada, ya que Venezuela podría acceder a la cuota de repechaje que escapó después de una dolorosa derrota 6-3 contra Colombia el último día.
El motor principal de la esperanza venezolana es la posibilidad de que no solo sean dos, sino más jugadores involucrados.
¿Tenemos la esperanza de ir a la Copa del Mundo? FIFA tendría la última palabra
Si se confirma un dopaje colectivo, la FIFA podría optar por la sanción más drástica contra la Federación de Fútbol Bolivian, lo que beneficiaría automáticamente a Venezuela en la clasificación.
Este escenario, aunque difícil, es el que alienta a los fanáticos y líderes venezolanos a presionar para que tanto la FIFA como el Conmeboly resuelvan la situación acelerada.
A pesar de la pequeña luz al final del túnel, en Venezuela existe la claridad de que la posibilidad de que Bolivia pierda su cuota de repechaje no es una tarea fácil, y la decisión final solo cae ante la FIFA.
El Vinotinto y sus seguidores entienden la complejidad legal y deportiva del asunto, pero consideran legítimos para aferrarse a cualquier oportunidad, por mínima que sea, para lograr el sueño de clase mundial que tanto tiempo deseaba.
En las próximas semanas, la FIFA tendrá la última palabra sobre el destino del equipo boliviano y, por extensión, sobre la pequeña pero latente esperanza de Venezuela.
Más noticias deportivas





