Durante la Expo Osaka 2025, el típico plato de Tolima era protagonista y la persona a cargo de enviarla fue ÓScar Pineda y su restaurante Colombia fue uno de los países estrella de la Expo de Osaka 2025, llevando su cultura gastronómica y tradición al territorio asiático. Aunque el presidente Gustavo Petro generó controversia con su discurso de apertura, el verdadero protagonista de esos cinco meses fue el Lácteo, ese plato de tolimenia que despertó la curiosidad de miles de visitantes. Según las cifras oficiales, durante el evento, se vendieron alrededor de 10 toneladas de este manjar, un hecho que sorprendió a muchos y dejó la pregunta en el aire: ¿Quién estaba detrás de tal éxito? La respuesta no es un chef de renombre que viajó desde Colombia, sino un bogotano que ha estado residiendo en Japón más de dos décadas y que, con su ingenio y esfuerzo, logró adaptar la receta para conquistar un paladar tan exigente como los japoneses. El Bogotá que llevó al Licky a Osaka Óscar Pineda es el nombre detrás de esta hazaña. Él emigró a Japón hace 25 años y, como él mismo le dijo a Blu Radio, su historia de emprendimiento comenzó en plena pandemia. En ese momento, junto con un chef colombiano, decidió establecer un negocio de gastronomía latina. Su carta inicial se centró en burritos, tacos y otros platos de origen mexicano, pero con el tiempo la idea de ofrecer un plato típicamente colombiano comenzó a ganar fuerza. Post de carne expresa en Japón | Es posible que esté interesado en cinco planes imperdibles para hacer en Bogotá de norte a sur, fue entonces cuando el Milky apareció en la escena, aunque no exactamente como se conoce en Colombia. Pineda y su compañero entendieron que para lograr la aceptación en Japón, se debían hacerse ciertas adaptaciones, tanto para problemas de gusto como para las regulaciones locales de alimentos. El lácteo japonés con alma colombiana, la receta que triunfa hoy en Japón, es menos grasa que la preparada en Tolima o Bogotá. Además, se incorporó una mayor cantidad de arroz, que no solo reduce los costos, sino que también aumenta la porción para los comensales. Otro detalle importante es la carne: los cerdos no son japoneses, sino importados de México, donde el precio y la calidad se ajustan mejor a las necesidades comerciales. A pesar de estas modificaciones, el plato conserva la esencia que lo hace inhedor: el sabor picante, la textura de la carne y, por supuesto, la forma en que se sirve. Así es como los visitantes de la Expo de Osaka 2025 encontraron un plato exótico, sabroso y diferente, que terminó cautivando a sus paladares. Un éxito que apenas comienza más allá de las figuras y los titulares, lo que está claro es que esta empresa ha abierto una gran puerta para la gastronomía colombiana en Asia. Pineda demostró que con el ingenio, la perseverancia y la capacidad de adaptarse a nuevas culturas, es posible convertir un plato típico en un producto exportable y competitivo. Su paso a través de la Expo de Osaka le ha dado a su negocio una gran visibilidad y, probablemente, le permitirá consolidarse como referencia de la cocina colombiana en Japón. Para muchos, Óscar Pineda ya no es solo un migrante que buscó oportunidades, sino el hombre que convirtió al Lácteo en un fenómeno internacional. Ver también:





